¿Jamás ha pasado
usted por una vereda y visto una mano impreso o nombre de alguien escrito en el
cemento? Piense de cuánto trabajo tomó para hacer esas marcas y cuán difícil
sería de cambiarlos. Las marcas imborrables son hechas en su matrimonio
temprano. Ellos no son muy difíciles de hacer, pero son muy difíciles de
cambiar. La escritura es clara que hay—y debe ser—algo innegablemente diferente
acerca del primer año del matrimonio. La implicación es eso, especialmente para
un marido, hay una receptividad de cambiar durante este año, quizás como en
ningún otro tiempo en su vida. Llamamos esto "el año mojado de cemento".
Una vez que las pautas del matrimonio son puestas, el cambio puede y sí ocurre,
pero puede tomar algo como una taladradora para producirlo.
Demasiadas
mujeres pasan el primer año de sus matrimonios trabajando duramente, esperando
que las sustancias irritantes y las insensibilidades pequeñas de sus maridos se
irán simplemente. Pero en casi cada casamiento que hemos observado, los
problemas no tratados en el primer año, llega a ser simplemente más grande y
más paralizador como los años.
¿El Principio del
Alumno con problemas de aprendizaje—" Para un año"
Has escuchado que
uno de estos comentarios sale de la boca de una mujer? "Si él realmente me
adoró, lo resolvería". ¿"Cómo puede decir él que me adora y mantiene
haciendo las mismas cosas insensibles una y otra vez"? ¡"Si tengo que
decirlo lo que deseo, entonces no cuenta"! Considere el contraste entre la
actitud que está debajo de estos comentarios y la sugerencia de la Biblia que
tomará un hombre un año entero del esfuerzo enfocado para aprender cómo
complacer a su esposa. ¡Un año entero!