El pacto inicial de Dios con el hombre era sencillo, el podía vivir en el huerto del edén y comer del fruto de las frutas de los arboles buenos. La única condición que Dios impuso al hombre fue la obediencia a su mandato de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sí desobedecía ciertamente moriría.
Textos:
Gn 2:9;1:26-31; 2:16-17; 2:17
El pacto edénico incluía:
Responsabilidad de ser el padre de la raza humana,
Sojuzgar la tierra,
Tener dominio sobre los animales,
Cuidar del huerto y no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Por haber fracasado Adán y Eva al comer de la fruta prohibida, fue impuesta la pena de muerte para la desobediencia. Adán y Eva murieron espiritualmente de inmediato y necesitaron nacer de nuevo para poder ser salvos. Más tarde también murieron físicamente. Su pecado hundió a toda la raza humana en un molde de pecado y muerte.
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